"Lo esencial para aprovechar un viaje es tomarlo como finalidad misma. Andar por el mundo un poco al azar es muy agradable. Viajar sin tener un objeto concreto es una auténtica maravilla. Yo siento que podría curarme de todos mis vicios y de todas mis virtudes, caso de que tenga alguna; lo que no podré dejar jamás es mi recalcitrante vagabundaje. Hay que viajar para descubrir con los proprios ojos que el mundo es muy pequeño, y por tanto, que es absolutamente necesario hacer un esfuerzo para dignificar la visión hasta llegar a ver las cosas en grande.

Hay que viajar para darse cuenta de que una pasión, una idea, un hombre, sólo son importantes si resisten una proyección a través del tiempo y del espacio. No hay nada como alejarse un poco para curarse de la psicosis de la proximidad, de la deformación de la proximidad, de la que todas estamos atacados. Hay que viajar para aprender — a pesar de todo — a conservar, a perfeccionar, a tolerar. (…)

La pieza de caza del viajar es la aventura. La aventura es la flor, el perfume del azar y de la diversidad. A veces es una puerta que se abre ante un mundo insospechado, sobre un mundo que se sabe donde empieza y no se sabe donde acaba."

Josep Pla, Viaje en Autobús